domingo, 11 de mayo de 2014

Lo maravilloso de la medicina


Hoy quiero comentarles otra de mis ya usuales experiencias que me impresiono mucho y mostró lo que un buen manejo, además de la colaboración del paciente, pueden hacer.

Se trata de un paciente ya mayor, quien laboraba como cualquiera de nosotros por conseguir su mantenimiento. Quien se desplazaba en su bicicleta y sufrió un accidente de tránsito, donde el más afectado fue el pues recibió impacto en el cráneo. Debido a este trauma craneoencefálico (TCE) llego al hospital, donde le diagnosticaron una hemorragia subaracnoidea con afectación de ambos lóbulos frontales y el lóbulo parietal izquierdo. El paciente en este momento fue valorado por neurocirugía de forma inmediata y se le llevo a drenaje de su hematoma, cirugía que fue un éxito para él.

Lastimosamente para el paciente, este evento le ocasiono un deterioro cognoscitivo inmenso, dejando como resultado un paciente previamente sano que ahora se comportaba de manera extraña. Expresaba ternura o un afecto pueril, totalmente desorientado en tiempo, lugar y persona, sin reconocimiento del evento ocurrido, con un pensamiento ilógico e incoherente y su memoria estaba muy afectada, no podía recordar nada de su vida.

Tengo la fortuna de haber podido seguir a este paciente en el tiempo. En la última entrevista que le realizamos logramos ver, con mucho agrado, que el paciente ahora podía recordar muy bien los hechos ocurridos en el pasado, poco los del evento que sufrió, pero los demás si, ahora estaba orientado en tiempo lugar y persona, coherente, relevante, lógico y con muchos planea para su futuro.


Es impresionante haber visto tan satisfactoria evolución en un paciente que todos considerábamos, iba a quedar en extremo afectado por el evento ocurrido. Gracias a ello puedo expresarles que, debido a la correcta y pronta evaluación del paciente, su manejo preciso y otras herramientas, le dmios una segunda oportunidad en su vida. Él nos pagó respondiendo de una forma extraordinaria a los tratamientos ofrecidos, quedando como experiencia, un paciente que ingreso inmensamente comprometido en su salud física y mental, saliendo como una persona prácticamente normal, con planes a futuro y metas que muy seguramente va a cumplir.

Esto es lo que nos debe estimular día a día a ser mejores, a aprender mas e interesarnos por cada elemento, pues los que en un futuro nos lo van a agradecer son nuestros pacientes y ellos deben ser nuestra motivación siempre

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